Él tiene una zapatería, y mi padre y mi tío le ayudaban hace un montón de años, cuando eran pequeños.
Mi tío Antonio solía ayudar a mi abuelo en la zapatería mientras mi padre repartía los zapatos a la gente.
Un buen día, como de costumbre, mi abuelo le mandó a mi padre que fuese a llevarle los zapatos al Director del Colegio La Salle, donde estudiaban. Al dárselos, el Director le dijo que ya se los pagaría otro día. Mi padre se negó y se fue con los zapatos, dejando al Director boquiabierto.
Al día siguiente, el Director fue a la zapatería y explicó a mi abuelo lo ocurrido. Mi abuelo le dijo que tenía muy bien enseñado a mi padre. El Director se fue muy sorprendido por la respuesta. Cuando éste se fue, mi padre y mi abuelo rieron juntos. Cuando se lo contaron a mi abuela también se rio mucho.
Mi padre solía hacer picias habitualmente, era un bicho.
¡Mi Homenaje a las personas mayores!
Paula:
ResponderEliminarMe ha encantado es precioso, sigue asi, asi llegaras muy lejos.
Besos.
Sara: "así" y "llegarás".
ResponderEliminarTú seguro que también te has esforzado. Mañana leeré y publicaré tu redacción.
Besos
Paula muy bonito este cuento .
ResponderEliminarCarmen.
Gracias por comentar mi cuento,chicas.Me animáis ha hacer trabajos bonitos.
ResponderEliminarPaula esto es cosa del blog de Julita que te podamos hacer estos comentarios tan bonitos.
ResponderEliminarBesos.