Había una vez un pueblo que estaba muy cerca de aquí y se llamaba Rojas. En él vivía un granjero con un perro, tres vacas y seis gallinas.
Era muy feliz, sentándose a la orilla de un río que por allí pasaba. Un buen día vio un huevo dentro del agua.
Al anciano granjero le intrigaba qué había dentro y de quién era.
Un día quiso averiguarlo y recorrió todas las granjas del pueblo; así estuvo durante un mes, pero lo más raro era que el huevo no se abría.
Fatigado de tanto andar volvió a su casa con la preocupación en su cabeza.
A la mañana siguiente, justo al lado de su cama, apareció el pollito más precioso que nunca había existido.
Reflexionó y se dio cuenta de que era un premio por el esfuerzo que hizo al querer devolverlo a su dueño.
Ignacio, muy bonito cuento.
ResponderEliminar!Felicidades!
Carmen.