Mi abuelo se llamaba Hipólito. Me quería mucho. Iba con él a buscar setas, a pescar, a cazar pájaros...
Mi abuelo siempre llevaba una navaja de su padre. Me contó que esa misma navaja la llevaba en la guerra. Él la tenía mucho aprecio. Todos los días que la usaba, por la noche, antes de irse a la cama, la afilaba.
Tenía muchas navajas, pero ninguna le gustaba tanto como ésa. Era una navaja suiza, de color piedra, con una inicial grabada, la letra J.
Como estaba mal del corazón y tenía algunos problemas, le dieron varios infartos. El último fue muy fuerte y le llevaron al hospital. Muchos de sus seres queridos fuimos a verle.
A mí me agarró la mano, me dio su navaja y murió.
Chistian, que cuento más bonito,cuida mucho esa navaja tan especial.¡Felicidades!
ResponderEliminarCarmen.