Érase una vez un poblado de África donde vivía un niño llamado Nassy con su familia.
Un día jugando con sus amigos, se metieron en el interior de una cueva; mientras jugaban al escondite, Nassy vio relucir entre las piedras un objeto. Cuando se acercó, vio que era una especie de piedra dorada, la cogió y se la guardó en el bolso y siguió jugando.
Al anochecer, Nassy y sus amigos volvieron al poblado.
A la hora de la cena Nassy se acordó de enseñarle la piedra a su padre, éste la miró y fue a donde el jefe de la tribu a enseñársela.
Al día siguiente fueron los mayores de la tribu a la cueva donde Nassy se había encontrado la piedra. Allí pudieron ver que en la cueva había muchísimas piedras preciosas, eso les llenó de alegría pues con eso su vida mejoraba, ya que eran muy pobres.
Un día jugando con sus amigos, se metieron en el interior de una cueva; mientras jugaban al escondite, Nassy vio relucir entre las piedras un objeto. Cuando se acercó, vio que era una especie de piedra dorada, la cogió y se la guardó en el bolso y siguió jugando.
Al anochecer, Nassy y sus amigos volvieron al poblado.
A la hora de la cena Nassy se acordó de enseñarle la piedra a su padre, éste la miró y fue a donde el jefe de la tribu a enseñársela.
Al día siguiente fueron los mayores de la tribu a la cueva donde Nassy se había encontrado la piedra. Allí pudieron ver que en la cueva había muchísimas piedras preciosas, eso les llenó de alegría pues con eso su vida mejoraba, ya que eran muy pobres.
Dentro de la tribu había un señor muy egoísta que sólo quería el oro para él. Un día por la noche fue a la cueva con un saco para llenarlo y vender las piedras en la ciudad, pero cuando volvía con el saco lleno, el padre de Nassy oyó ruidos, salió de su choza y vio al furtivo que intentaba escapar corriendo, pero el padre de Nassy lo atrapó.
Mandó a su hijo Nassy a buscar al jefe de la tribu.
Al día siguiente se reunieron todos para poner un castigo al ladrón.
Cuando sacaron todas las piedras preciosas y las vendieron, repartieron una parte de lo que habían sacado entre todos los de la tribu, excepto el ladrón.
Con la otra parte del dinero construyeron un colegio, un hospital y una tienda en el poblado, con lo cual Nassy y sus amigos tuvieron una mejor vida gracias a su hallazgo.
Samuel te ha quedado muy bien,es muy chulo te felicito. Roseline
ResponderEliminar¡Que chulo te ha quedado este cuento!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
¡Felicidades!
Gracias Roseline y Paula.
ResponderEliminarSamuel:Que cuento más bonito , que humano eres ,me gusta mucho y por supuesto Nassy esta súper bien ¡Felicidades!
ResponderEliminarCarmen.