miércoles, 19 de noviembre de 2008

¿Qué pasaría si un libro escribiese y hablase?

Había una vez, hace mucho tiempo, un niño llamado Ricardo, tenía seis años, pelo castaño, ojos azules, un lunar en el cuello y era muy delgadito. Un día por primera vez se le cayó un diente de leche y antes de irse a dormir dejó un platito con queso y agua para el ratoncito Pérez, el niño se metió en la cama muy contento e ilusionado porque se le había caído su primer diente.
Al día siguiente, se levantó antes de la hora habitual para ir a clase. Estaba muy emocionado ya que nunca había estado en esta situación. Miró hacia abajo y se quedó algo decepcionado porque vio que el diente seguía donde lo había dejado, pero todavía le quedaba un poco de esperanza.
Fue a clase como cualquier otro día.
En la cena les dijo a sus padres que no había venido el ratoncito Pérez, les pidió una explicación, a lo que su madre contestó:
- Se les habrán caído los dientes a muchos niños y no habrá podido venir a por el tuyo.
Esto tranquilizó a Ricardo y se fue contento a dormir.
Al día siguiente no estaba el queso, no estaba el agua y tampoco estaba el diente. ¡Había venido el ratoncito Pérez! En el platillo había un libro chiquitito, lo fue a coger y se le caía al suelo; hasta cinco veces, en la quinta oyó una vocecita que provenía del libro y le decía:
- ¡Cógeme de una vez que me hago daño!
- ¿Quién ha dicho eso?
- He sido yo - dijo el libro
- ¿Cómo te llamas?
- Me llamo Especiale, ¿y tú?
- Yo me llamo Ricardo. ¿Sabes hacer alguna cosa además de hablar?
- Sí, sé escribir.
- Oye, ya que puedes escribir ¿puedes hacerme las tareas?
- Sí, pero creo que no sería lo correcto.
- Bobadas.
- ¡Vale! Las haré.
Especiale estuvo durante meses haciéndole la tarea a Ricardo. Hasta que un día comenzó a desgastarse, y pasado un tiempo no pudo hacerle las tareas nunca más. Ricardo se dio cuenta de que había utilizado como no debía a su pobre amigo. Aprendió la lección. A día de hoy se sigue arrepintiendo de lo que hizo y ha aprendido una lección, las cosas que se tienen no se pueden malgastar porque cada una tiene su propio valor.

1 comentario:

  1. Ángela, cuando describes al protagonista das muchos detalles sobre él porque utilizas muy bien los adjetivos.
    También la estructura dialogada está fenomenal.
    ¡Ánimo! que tienes futuro.

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