En un pueblo llamado Zazuar, vivía un niño cuyo nombre era Fernando, aunque todos le llamaban Fernandito.
Un día, al salir de casa, se le ocurrió una gran idea: construir un avión de madera, aunque él no sabía que los aviones de madera volaban.
Una vez terminado, se tiró por una ladera... ¡y resultó que el avión sí volaba!
Los habitantes de Zazuar cuando lo vieron, se quedaron asombrados, todos miraban al cielo con la boca abierta.
Fernandito, muy alegre, se consideraba un genio; después de todo, ningún avión de madera había podido volar nunca.
Esta noticia se corrió por el mundo entero. Y se convirtió en un héroe para todos. ¡Salía hasta en los periódicos y revistas! Todos se preguntaban cómo podían haberlo conseguido. Ya nadie le llamaba Fernandito, sino "Fernando, el héroe superdotado".
Lo más sorprendente de todo fue que haciendo unos pequeños arreglos en el motor del avión, y poniendo una gruesa capa de cristal, pudo llegar hasta el Sol. ¡Y el avión no se quemó!
En ese mismo instante, cuando estaba a punto de llegar a tocarlo, se despertó.
Laura, menos mal que fue un sueño porque "Fernandito" corría muchos riesgos con lo atrevido que era.
ResponderEliminar¡Está muy bien el cuento!