Un día en la aldea de los gnomos apareció una niña. Los gnomos se asustaron y se escondieron tras los árboles y las casas. La niña al despertarse no entendía nada y no sabía dónde estaba.
Un gnomo se acercó y la dijo: -¿Cómo te llamas?
Ella respondió con una vocecita dulce y tímida: -Lucía.
El gnomo la enseñó la aldea que se llamaba Gnomognia y él Tréboli. Le pareció una aldea un poco rara pero muy bonita.
Después del paseo se pusieron jugar. Estuvieron largo rato en un parque en el que había balancines, toboganes, columpios y casitas de juguete. Al final del día Tréboli la llevó a su casa para que comiera y durmiera.
Al día siguiente el gnomo dijo a Lucía que le iba a enseñar algo que ella quería: un coche cantarín.
Un gnomo se acercó y la dijo: -¿Cómo te llamas?
Ella respondió con una vocecita dulce y tímida: -Lucía.
El gnomo la enseñó la aldea que se llamaba Gnomognia y él Tréboli. Le pareció una aldea un poco rara pero muy bonita.
Después del paseo se pusieron jugar. Estuvieron largo rato en un parque en el que había balancines, toboganes, columpios y casitas de juguete. Al final del día Tréboli la llevó a su casa para que comiera y durmiera.
Al día siguiente el gnomo dijo a Lucía que le iba a enseñar algo que ella quería: un coche cantarín.
Andrea, sigue así de trabajadora, cuidando los detalles de la presentación y las ilustraciones.
ResponderEliminarHola Andrea, me gusta mucho el dibujo que has hecho y el nobre de la aldea.
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