Por ello, ahora quiero ser taxista, pero no es nada raro,
porque muchos de mis familiares ya se lo esperaban, aunque en parte me da miedo
porque mi padre a veces me explica cómo se conduce y me parece demasiado
complicado, lo único que entiendo es que hay un par de pedales que tienes que
pisar para ir más rápido o más despacio.
Gabriel Kopp
5º A
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