Había una vez un niño llamado Javier. Era alto, gordito, con el pelo castaño y con gafas.
Cuando se metió a la cama le costó muchísimo dormirse. Pero al despertarse, se levantó y dijo:
- Ésta no es mi habitación.
Salió de la habitación y vio una sombra por el pasillo. Volvió de nuevo y se cerró la puerta. Luego hizo un refugio de almohadas.
De repente oyó cómo alguien daba golpes en la puerta. Javier, asustado, dio un golpe a la puerta y salió corriendo hacia la derecha. Se giró, lo que le perseguía eran cinco zombies. Corrió por el pasillo y se tropezó y se esmorró contra el suelo. Justo en ese momento se despertó y dijo:
- ¡Mamá he tenido una pesadilla horrible!
Pero en realidad la pesadilla venía después en el colegio porque no había hecho los deberes.
Andrés Calvo
5º A
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