Había una vez en Escocia, un
vampiro llamado el “Conde Drácula”.
El Conde tenía un palacio muy
aterrador. Los niños que entraban, no salían. Y se oían rumores de que un
terrible ser habitaba en el palacio.
Un día, un mozo valiente se
atrevió a entrar. Antes de entrar dijo:
-Encontraré a mis compañeros sea
como sea.
Al decir estas palabras se metió
en el reino y abrió la puerta. De repente la puerta se cerró. ¡Delante de él
había un murciélago gigante! El niño se quedó inmóvil, así el animal no le
detectó y durmió.
El pequeño avanzó esquivando las
arañas, se encontró una puerta, la abrió, se vio a Drácula y a sus compañeros
que se parecían a mini vampiros. Entró rápidamente y el niño clavó una estaca
en el corazón del vampiro, sus compañeros volvieron a la normalidad. Pero… a la
vuelta les esperaba el animal gigante. Los niños le lanzaron una rana para que
se entretuviera comiéndola. Al final los niños salieron sanos y salvos.
Iván Portugal
5º A
No hay comentarios:
Publicar un comentario