En la ciudad “Horriblelandia”
habitaba una “horriblebruja”, era una bruja mala que tenía unos planes
malvados, los llamaba así porque la primera vez que lo oyó, le gustó. Había
muchas brujas como ella en aquel país.
En la ciudad “Perfecto hermoso”
las cosas iban al contrario, la gente era buena, maja aunque un poco quejica,
pero por lo demás bien. Hay dos reyes que cumplen las órdenes de mandar bien.
Bueno, pues empezamos la historia y… ¡ACCIÓN!
Se me había olvidado deciros que
esos pueblos se llevaban muy mal. Casi no se veían ¡ni en las guerras! Porque
los buenos no querían y los malos se habían aburrido. Los “Perfectobuen”
hicieron una fiesta en el país de los libros y los otros también. ¡¡¡Y justo fue en el mismo lugar!!! Pero
ninguno de ellos lo sabía. Llegaron a la
fiesta a la vez. Cuando se vieron los dos reinos se dieron un susto gigante.
Tal susto que se tropezaron y se cayeron. ¡¡Se habían juntado dos reinos
contrarios, no se lo creían!! Se separaron pero no podían. ¡Qué problema
tenían! Lo intentaron muchas veces hasta que al final lo consiguieron, bueno… A
MEDIAS. Había sido verdad la maldición. Si se juntan dos reinos contrarios se
tienen que casar.
Los reyes fueron una bruja y un
niño. Desde aquellos días los habitantes se juntaron. No fue ni un país bonito
ni horrible. Se llama “Normalismo”. Cuando ellos se iban a otro reino y les
preguntaban de dónde eran, ellos lo decían cantando. Iban a excursiones todos
juntos y les salía carísimo. Es como que vamos a España y Francia a Italia, lo
mismo da. Cuando los turistas van a “Normalismo” se extrañan porque está todo
cerrado. Esta historia se ha acabado y… ¡FIN!
Esther Rodríguez
5º A
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