lunes, 17 de octubre de 2011

La casa del terror

Había cuatro niños: Juan, Pepe, Pedro y Carlos. Todos jugaban en el mismo barrio y sus padres les prohibían entrar en la casa de al lado para jugar porque estaba medio derrumbada y muy vieja.
Un día empezaron a discutir entre ellos sobre quién era el más valiente para entrar en la casa. De repente Juan les dijo a los demás:
- ¿Y por qué no entramos todos a la vez? Así todos seremos igual de valientes.
A todos les pareció muy buena idea. Según se acercaban a la casa les iba entrando el miedo, pero al final entraron.
De repente la puerta se cerró y comprobaron que no podían salir, así es que decidieron meterse en la habitación más cercana que era el salón.
Tenían tanto miedo que cuando miraban a los cuadros les parecía que les seguían con la mirada, así es que corrieron a otra habitación para intentar salir.
Subieron muy rápido las escaleras y como eran muy viejas, algunas se rompían y Pepe casi se cae. Entraron en la primera puerta que vieron y resultó ser el baño. Era tan viejo y estaba tan sucio que les aterrorizó todavía más.
Como no sabían cómo salir intentaron quitar una baldosa que estaba un poco levantada y comprobaron que había un pasadizo secreto. Todos lo atravesaron y les llevó a una habitación en la cual había un piano.
Pepe se sentó en la butaca que estaba cerca del piano y éste comenzó a sonar. Pepe como sabía tocar el piano  y conocía la melodía que sonaba decidió continuar tocándola y calmar a sus amigos.
De pronto vieron que las ventanas y las puertas de la casa se abrieron de par en par y corriendo decidieron salir de allí.
Todos acordaron no decir nada a nadie de lo ocurrido porque no les creerían, pero aprendieron una lección sobre lo que sus padres les habían dicho de no acercarse a esa casa.
Al día siguiente en el colegio Pedro le preguntó a la profesora que por qué decía la gente que era una casa encantada.
La profesora le respondió:
- En realidad no está encantada, lo que ocurre es que hace muchos años se utilizaba para hacer películas de terror y como ahora está en ruinas no queremos que nadie entre y que le ocurra alguna desgracia.
Los cuatro amigos se miraron y se sonrieron.
Pablo Miguel
5º A


2 comentarios:

  1. José Luis Migueloctubre 19, 2011

    El cuento está muy bien, pero, ¿quién es el autor?

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  2. José Luis, perdona, se me pasó escribir el nombre.
    Ya lo he actualizado.
    Un bonito cuento, sin duda.
    Gracias por comentar.
    Saludos

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