Érase una vez una persona que
daba muchísimo miedo a todo el pueblo. Se llamaba Álvaro, un niño de 16 años,
pelo castaño y los ojos marrones. Bajito, lo que daba miedo de él era que si le
mirabas a los ojos de color marrón te convertías en piedra para toda tu vida.
Las personas, eran totalmente inocentes, menos una, David, el niño Diablo, todo
de color rojo.
Óscar Alcalde
5º A
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