Había una vez, un niño de diez años, llamado Pedro. Vivía en un pueblo de pescadores, en la costa. Todos los días, Pedro observaba a una ballena que divisaba a lo lejos.
Un día, el muchacho la llamó:
- ¡Ballena, ballena, ven!
La ballena se acercó.
- ¿Qué quieres?
Pedro se sorprendió al oírla hablar.
- Tú… ¿hablas?
- Sí, hablo igual que tú.
- Quiero que me lleves a ver mundo, a recorrerlo.
- Ven, sube a mi lomo…
- Hay un problema: yo puedo caerme al agua y ahogarme.
- Tranquilo, hay otra manera.
- La ballena empezó a agitar las aletas y comenzó a elevarse.
Pedro no podía creérselo, una ballena de 150 toneladas, es decir de 150.000 kilos, podía volar. ¡Era fascinante!
Estuvieron en los océanos Atlántico, Pacífico, Ártico, Antártico e Índico, Europa, Asia, América, África y Oceanía, Antártida, en el Polo Sur y en el Polo Norte.
Pasado un tiempo, Pedro, pensó que sus padres le echarían de menos, así que regresó a su pueblo. Cuando llegaron se despidieron y se prometieron ser grandes amigos.
El niño se acercaba todos los días al mar para saludarla. Y aunque transcurrían los años nunca dejó de ir a ver a su amiga y su amistad duró el resto de sus vidas.
¡Vaya cuento más bonito! Me ha encantado. sería fenomenal que las ballenas volasen. Un saludo
ResponderEliminarGracias, Sofi.
ResponderEliminarDejar volar la imaginación y desarrollar la creatividad... ¡Es parte de mi trabajo!
Un abrazo
¡Muy bien,Samuel!Sofi tiene razón,sería genial si las ballenas volasen.Tienes mucha imaginación.
ResponderEliminarUn saludo.
Paula
Muchas gracias, Sofi. Tus comentarios hacen que nos esforzemos más.
ResponderEliminarGracias, Paula. Tu cuento sobre Zapatero me ha gustado mucho. Los dibujos están genial.
Un saludo.
Me ha gustado Samu.
ResponderEliminarUn saludo.
Que bonito como ha dicho Paula..P y Sofi estaría muyyyyyyyyyyyyy bien que la ballenas volasen.
ResponderEliminarSaludo.
SAMUEL.me ha gustado mucho .Y que suerte tienen que tener tus amigos de tenerte siempre con ellos.
ResponderEliminarun saludo.
Carmen.