Érase una vez un niño que siempre discutía con sus padres, él decía que ser adulto era mejor.
Un día su madre le dijo: - ¿Qué pasaría si los niños fueran padres?
Antonio, que así se llamaba el niño, contestó: - Sería mucho más divertido, no tendría que estudiar, ni ir al cole, ni que me manden, etc.
- ¡Seguro…! - dijo la madre.
Por la noche tuvo un sueño, estaba jugando con el balón en casa y rompió un jarrón, de ahí salió un genio que le dijo: – Te concedo tres deseos.
El primer deseo de Antonio fue tener todos los cómics del mundo. Cuando Antonio iba a pedir el segundo deseo, apareció su madre, le riñó por haber roto el jarrón y se enfadó como siempre.
Esto le recordó a Antonio las palabras que dijo su madre: “Qué pasaría si los niños fuesen padres”. Su segundo deseo fue ése.
¡Plaf! Ya era adulto, el problema era que sus padres eran bebés. Les tenía que cambiar los pañales, darles de comer, ir a trabajar… etc. todos los días.
Antonio se dio cuenta de que ser adulto era aburrido y cansado. ¡Ya no puedo más!
Un día su madre le dijo: - ¿Qué pasaría si los niños fueran padres?
Antonio, que así se llamaba el niño, contestó: - Sería mucho más divertido, no tendría que estudiar, ni ir al cole, ni que me manden, etc.
- ¡Seguro…! - dijo la madre.
Por la noche tuvo un sueño, estaba jugando con el balón en casa y rompió un jarrón, de ahí salió un genio que le dijo: – Te concedo tres deseos.
El primer deseo de Antonio fue tener todos los cómics del mundo. Cuando Antonio iba a pedir el segundo deseo, apareció su madre, le riñó por haber roto el jarrón y se enfadó como siempre.
Esto le recordó a Antonio las palabras que dijo su madre: “Qué pasaría si los niños fuesen padres”. Su segundo deseo fue ése.
¡Plaf! Ya era adulto, el problema era que sus padres eran bebés. Les tenía que cambiar los pañales, darles de comer, ir a trabajar… etc. todos los días.
Antonio se dio cuenta de que ser adulto era aburrido y cansado. ¡Ya no puedo más!
El genio le recordó que aún le quedaba el tercer deseo. El niño le contestó que quería que todo fuera como antes.
Se despertó y rápidamente fue donde su madre y le dijo que tenía razón, ¡ser padre no es fácil!
Se despertó y rápidamente fue donde su madre y le dijo que tenía razón, ¡ser padre no es fácil!
Me ha gustado mucho tu cuento, sigue haciendolo asi de bien.
ResponderEliminarSara Asturias.
Muchas gracias Sara.
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