viernes, 17 de abril de 2009

El duendecillo soñador

Esta poesía es una creación colectiva del grupo clase. Esperamos que os guste.

En un bosque muy frondoso
vivía un duende verde
que era algo impetuoso
y un poquito imberbe.
Se decía: “¿Qué he de hacer
para llamar la atención?
Puedo saltar mejor
demostrando emoción".
Generalmente, los duendes
saben molestar y divertir.
Lo que no saben hacer
es sumar y dividir.
Me convertiré en trapecista,
me haré un traje de cuero,
seré el dueño de la pista
en el circo y en cielo.
Mis saltos harán llorar
a todo duende presente.
Con mi astucia haré sentir
aventuras a la gente.
Seré el rey de todas las risas
en todas las revistas,
de la mano de los niños
y del brazo de los duendecillos.
Me llamarán saltarín
por mis saltos y acrobacias,
mi alegría será un festín
porque siempre haré gracia.
Visitaré mil escuelas,
mil países y escenarios,
jugaré con todos los niños
dando volteretas y saltos.
Y mientras esto pensaba,
una enanita graciosa
desde lejos lo miraba
y le dijo algo jocosa:
-¡Qué piensas duendecillo!
Si no eres más que un chiquillo.
¿Te has visto saltar?
No llegas a centímetro y pico.
Entonces el duendecillo
humildemente aprendió
que, antes de molestar
hay que aprender a respetar.

4 comentarios:

  1. Me ha gustado y por supuesto la moraleja.
    Saludos

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  2. Qué bien nos ha quedado a todos la poesía que hicimos el otro día en clase, cada vez que la leo me parece más y más bonita.

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  3. Esta poesía demuestra que un grupo con una buena dirección puede llegar a hacer cosas muy interesantes y bonitas.

    BEGOÑA

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  4. Gracias Begoña, seguiremos deleitándote.
    Saludos

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