sábado, 25 de abril de 2009

El colibrí mágico

Hace un año aproximadamente nació en una playa tropical de Cuba un pequeño colibrí. Poco después el viento empujó arena hasta su pico y éste se la comió, sintió un pequeño cosquilleo en sus alas y se durmió. Sus plumas tenían un color azul muy brillante y su pico era muy fino. Le llamaron Zas, por lo pronto y rápido que aprendió a volar. Desde pequeño comenzó a participar en campeonatos de carreras de velocidad del vuelo, y su verdadero sueño era llegar a tocar las nubes. Causó mucha impresión entre el resto de los colibríes porque podía alcanzar una gran velocidad volando. Zas siguió ganando trofeos, medallas y diplomas por eso su familia y él se sentían muy orgullosos. Fue entonces cuando a Zas se le ocurrió hacer un buen uso de sus alas, comenzó por levantarse más tarde de la cama y llegar muy puntual a las clases, por acabar las tareas de casa, las compras, la limpieza... todo casi en la mitad de tiempo. También aprovechó a hacer varias bromas, por ejemplo, si el maestro acababa de dejar un libro encima de la mesa, Zas que estaba de voluntario en la pizarra volaba rápidamente y lo cogía. Al preguntarle el maestro se quedaba pasmado cuando veía que el libro se encontraba en las manos de Zas, todos pensaban que era magia. Y aunque a él le hacían gracia todas esas bromas sus compañeros tenían razón, la arena de la playa era mágica y a Zas le convirtió en un colibrí mágico.
Lo que antes en su familia era una anécdota se convirtió en algo único en todo el mundo. Entonces Zas pensó que podría intentar alcanzar las nubes. Al día siguiente anunció la noticia y su familia y amigos estuvieron de acuerdo, le ayudarían en todo lo que le hiciese falta. Lo malo es que ese día estaba muy despejado y no se veía ninguna nube.
Esperaron al día siguiente, pero casualmente cayó una tormenta tropical. Por fin, después de cinco horas, escampó y se volvió a ver el sol con un cielo azul acompañado de unas pocas blancas nubes y adornado con un gran arco iris.
Zas despegó desde la rama de un castaño y siguió volando hacia arriba más y más. Desde el cielo podía ver pequeños como hormiguitas animándole, a todos sus amigos y familiares. Siguió volando hasta que llegó a una suave y blanda nube. ¡Lo había conseguido! Había logrado cumplir su sueño, pero no sólo era una nube sino que pudo recorrer uno por uno los colores del arco iris.
Al bajar no sabía cómo agradecerles a todos lo que habían hecho por él y por eso desde entonces Zas se dedicó a ayudar a cumplir los deseos de los demás colibríes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails