en tu terraza sus crías a dejar
y, otro día, con el pico, en su barandilla
jugando llamarán;
pero aquéllos que el vuelo refrenaban
aquéllos que aprendieron nuestros gustos...
ésos...¡no volverán!
Volverán las tupidas enredaderas
de tus macetas las paredes a escalar,
y algún día en la mañana, aún más hermosa,
sus capullos se abrirán;
pero aquéllos, cuajados de polen
cuyos pétalos mirábamos temblar
y caer, como lluvia en la tarde...
ésos...¡no volverán!
Volverán del recuerdo en tus sentidos
las canciones ardientes a sonar;
tu ánimo, de su triste olvido
tal vez despertará;
pero quieto, y absorto de rodillas,
como se adora a un rey ante su trono,
como yo te he querido..., desengáñate:
¡así no te querrán!
Jorge, como ves no es tan difícil hacer una poesía.
ResponderEliminarUtilizando este procedimiento de mantener la estructura utilizada por algún poeta, se pueden cambiar los sustantivos como has hecho tú en ésta, los verbos...
Muy bonita.