Hoy ha sido un día muy normal, pese a ser invierno he tenido que ir a trabajar. Trabajo en una mina porque con 9 años no se puede trabajar en el mercado. Hace un frío helador pero sólo he podido encender una pequeña hoguera.
Hoy, en el centro del poblado donde vivo, nos han comunicado que dentro de dos semanas vendrá una ONG, para darnos ropa y comida.
También el viejo sastre me está enseñando a leer, es la mejor experiencia que he tenido en toda mi vida; esta tarde en la despensa de mi cabaña había un pequeño escrito, mañana se lo llevaré al sastre para que para que me lo lea. Será un día muy agotador.
Estoy esperando a mi madre que vendrá muy cansada de trabajar, para que me dé un vaso de leche.
Luis.
Sara hay gente que no tiene una casa, ni comida, duermen en el suelo en cambio nosotros tenemos de todo: comida, una casa para calentarnos y mucho más, ellos no tienen nada de esto que tenemos nosotros por eso están las ONG que les ayudan y les cuidan.
ResponderEliminarTu redacción “del diario de un niño pobre” refleja eso que las personas del tercer mundo no tiene nada y nosotros los niños tenemos que estar agradecidos por lo que tenemos.
Un saludo.