La alegría y el cariño
no tienen que faltar,
porque si no hay odio ni guerra,
la paz no se hace rogar.
La guerra es como una tormenta
muy difícil de parar,
pero si nos unimos todos contra ella,
el Sol saldrá.
Sin muertes,
sin bombas,
con cariño,
con paz,
un mundo nuevo podemos formar.
Todo lo que se opone
a un mundo de amistad,
que no sea bienvenido,
porque si no da cariño,
el amor se irá.
¡Cómo me gustaría que los gobernantes leyeran vuestras ideas y sentimientos!
ResponderEliminarAdrián, tienes mucha razón: sin muertes, sin bombas, con cariño, con paz, un mundo nuevo...