Ayer soñé algo maravilloso,
que la guerra había terminado.
Ayer soñé que se hacía la Paz
en todo el mundo.
¡Qué alegría, qué ilusión!
Decían los niños a coro.
Ayer soñé que la vida cambiaba,
que no había guerras,
que ya terminaban.
¡Alegría, ilusión! Decía yo.
Mi sueño se cumplió.
Cuando me desperté,
todo se desvaneció.
La Paz se escapó,
pasó por aquí,
pero no paró.
Me ilusioné con mi sueño,
intenté hacerlo realidad
y no lo conseguí.
¡HASTA PRONTO, PAZ!
Andrea, es bonito soñar, aunque al despertar uno se encuentre con la dura realidad.
ResponderEliminarBonita poesía.