martes, 18 de enero de 2011

Aqualuna

En lo más profundo del mar de Hammer, existe una bonita ciudad submarina llamada Aqua. Un día cualquiera, sus habitantes estaban ocupados en sus labores cuando, de repente, el mar empezó a temblar.
-¿Qué pasa? ¡Socorro! - Gritaban todos.
Mientras el rey Estéfano pedía calma, Aqua empezó a moverse hacia arriba como si alguien estuviera tirando de ella. Nadie sabía lo que hacer, Aqua era una ciudad submarina en la superficie.
Incrédulos observaban cómo desde el rey hasta el más joven de sus habitantes, se habían convertido en humanos, es decir, tenían piernas. En ese momento todos comprendieron que tendrían que acostumbrarse a vivir allí.
Más tranquilos decidieron buscarle un nombre a su nueva ciudad y como ya estaba anocheciendo, alguien dijo:
-¡Podemos llamarle Luna!
El nombre les gustó a todos. Ya estaban más contentos, era una nueva vida y tenían que disfrutarla.
Cerca de la nueva ciudad de Luna se encontraba Terra, una grandiosa ciudad gobernada por Martín, un rey que tenía fama de avaro. Tanto es así que cuando se enteró de que Luna estaba en el mar de Hammer, se la quiso quedar.
Martín hizo llamar al rey de la nueva ciudad y le informó de sus propósitos:
-Mañana, al amanecer, iré a Luna con mi ejército –concluyó el rey de Terra.
Con el corazón encogido, el rey Estéfano volvió a su ciudad y explicó a todos que Martín quería quedarse su bonita ciudad, así que aunque fuera difícil, tenían que volver a hundirla, es decir, devolverla mar adentro.
Tenían poco tiempo y fueron a buscar a sus amigas las ballenas, las orcas… Y todo aquel animal marino que pudiera ayudarles. Cogieron cuerdas, se metieron en el mar y tiraron como si les fuera la vida en ello. Pocos minutos antes de que Martín se presentara allí con su ejército, consiguieron hundir Luna.
-Aquí no hay nada- dijeron atónitos los soldados.
Todos pensaron que el rey Martín había perdido el juicio y lo echaron de la ciudad de Terra.
Los habitantes de Luna que habían echado de menos las profundidades del mar, volvieron a recuperar sus aletas y felices hicieron una fiesta y brindaron por su ciudad a la que en recuerdo, pasaron a llamar Aqualuna.

3 comentarios:

  1. Paula:

    Muy bien echo me ha gustado mucho tu cuento, eres muy creativa.

    Si sigues así con esa imaginación llegaras muy lejos, incluso igual podías llegar a ser una gran escritora.

    Besos.

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  2. Paula. ¡Que imaginación! El cuento me parece fantástico, el dibujo del castillo también esta genial.


    Carmen

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  3. Gracias chicas. Es un alago para mi.

    BESOS

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