viernes, 5 de diciembre de 2008

Un belén de Navidad

En una pequeña ciudad, la parroquia del barrio siempre organizaba concursos de belenes en Navidad. El premio era ir a conocer a Santa Claus en Irlanda.
Todos los niños querían concursar, pero sólo uno podía ganar. Había un niño que únicamente tenía dinero para comprar el misterio del Belén, a él le daba igual, concursó como cualquier otro. Cuando el párroco de la parroquia fue a ver los belenes que montaron todos aquellos niños, decidió que el mejor belén era el del niño pobre.
Aquel muchacho dijo al párroco: - yo no quiero ir a conocer a Papá Noel, yo quisiera una caja de figuras para completar mi belén.
Entonces en aquella parroquia se hizo una colecta de figuras para dárselas al chico ya que era toda su ilusión. El niño cuando las vio se ilusionó mucho y empezó a formar su nuevo belén con un tablero muy grande y todas esas figuritas. Aquel belén le quedó precioso y decidió conservarlo durante toda su vida.

3 comentarios:

  1. Coral, a mí me gustan más los Reyes Magos, prefiero mantener viva nuestra tradición.

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  2. Hola Coral, a mí, como dice Julita, me gustan más los Reyes Magos.
    Saludos

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