lunes, 8 de diciembre de 2008

La Navidad de Alejandro

Queridos lectores, os voy a contar una aventura de Alejandro. Este niño era moreno, con el pelo rizado, los ojos castaños y su tez morena. Era amable y compartía todo lo que tenía. Con sus ojos avispados y alegres hacía feliz a cualquiera cuando le miraba. Cuando le mirabas veías siempre una sonrisa adornando su dulce cara. Aunque no era raro puesto que toda su tribu era de cualidades similares. Y es que Alejandro era de un poblado africano.
Todos los días iba a los trigales a recoger algo de trigo. Pero eso era antes de que llegaran los misioneros. Éstos fundaron una escuela.
Alejandro aprendió muy bien el significado de la Navidad, como a escribir y leer.
Iba a ser la Navidad y esperaba impaciente aquellos días que en otra época eran unos días más en la vida de Alejandro.
Este niño era muy curioso y podía conseguir enterarse de una historia entera sólo oyendo un rumor.
La noche de Nochebuena, Alejandro oyó hablar de una piedra mágica, y la fue a buscar. La encontró en los trigales. Cuando fue a entrar en el poblado, desapareció y se encontró en la casa de un niño comiendo pavo que le invitó a comer.
Alejandro aceptó. El niño se llamaba Javier y le contó muchas cosas sobre la gente de España. Y viceversa. Alejandro le contó cosas sobre África. Se hicieron tan amigos que todas las navidades las pasan juntos con la piedra preciosa.

1 comentario:

  1. Nazaret, está bien que nos acordemos de los que menos tienen y queramos compartir aunque sólo sea una sonrisa.
    ¡Bonito el cuento! El comienzo parece de una escritora profesional...

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