Un día mi familia y yo decidimos ir a pasar el día a Fuentes Blancas, un parque de la ciudad de Burgos. Cuando llegamos, empecé a explorar lo que había allí: piedras, ramas, tierra, etc. Estaba excavando un hoyo cuando me topé con una piedra amarilla.
- ¡Oro! ¡Somos ricos! - grité.
Vinieron mi madre y mi padre y dijeron:
- ¡Es verdad! ¡Es oro!
Después de un rato fuimos a ver a un joyero para que nos hiciera adornos de oro. Le pregunté a mi padre cómo se llamaban las personas que estudiaban las rocas y él me dijo que geólogos.
Cuando tuve la edad suficiente estudié para ser geólogo.
Una tarde, excavando por Atapuerca, encontré una roca que no había visto nunca. Después de mucho investigar, me di cuenta de que era una roca desconocida. La llamé Luisanita.
En ese momento me desperté.
Diego Garcés
5º A
Diego Garcés
5º A
No hay comentarios:
Publicar un comentario