Ayer, Sara, una amiga mía, se rompió un brazo. Fuimos al
único hospital que hay en la ciudad, al que todos llaman “HOSPITAL DE LA
MUERTE”.
Al entrar, las escaleras eran rojas y Sara pensó que era
sangre. Se desmayó, al cabo de un rato cuando se despertó, entramos.
Vimos a un señor con las piernas y los brazos vendados,
también con una máscara blanca. Creímos ver a una momia y echamos a correr.
Entramos otra vez, Sara entró en la sala y salió con el
brazo escayolado.
¡Toda la gente estaba disfrazada porque era Haloween!
Y llegamos a nuestras casas llorando.
Claudia López
5º A
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