Había una vez una niña que se llamaba Marisa y que tenía diez años.
Su padre era un científico famoso. En el año 1.220 inventó la máquina del tiempo.
Marisa se acababa de mudar a una casa nueva de un pueblo lejano. Un día su padre se fue a trabajar y su madre tenía que ir de compras.
-Quédate en casa - le dijo su madre.
Marisa era una niña muy curiosa y se preguntó qué habría en el trastero. Fue y se encontró con una especie de máquina vieja, sintió gran curiosidad y se montó sin pensar, la máquina empezó a moverse descontroladamente. Marisa le dio a la palanca sin querer y…¡¡¡¡aaaaaaaaaaaaaaaaah!!!!.
¡Se había trasladado al año 2.009!
Apareció en la catedral de Burgos. La pobre no sabía qué hacer, se puso muy nerviosa y muy asustada porque no sabía qué había pasado. Empezó a mirar por la ventana donde se encontraba. Estaba en lo más alto de la catedral, veía todo Burgos y se quedó alucinada. Empezó a correr por toda la catedral emocionada por lo que estaba viendo.
Encontró un niño y le preguntó que dónde estaba y el niño un poco sorprendido por su pregunta le dijo que estaba en la Catedral de Burgos. Después de hablar un rato sobre los maravillosos rincones del edificio, Marisa le contó todo lo que le había pasado. El niño no se creía lo que contaba, decidieron dar un paseo. Pasaron por la plaza de la Catedral y había un mercado medieval, había un señor con una especie de caja muy grande y decía que te llevaba al pasado y Marisa le dijo al niño si podía probarla, porque echaba de menos a su familia y el niño le dijo que sí.
Marisa se metió dentro de la caja y como por arte de magia, Marisa desapareció.
Cuando llegó a su casa les contó a sus padres todo lo que había pasado, sus padres reaccionaron sorprendidos. Marisa se llevó una gran bronca, pero estaba feliz de haber visto la Catedral de Burgos y de volver a estar con su familia.
Su padre era un científico famoso. En el año 1.220 inventó la máquina del tiempo.
Marisa se acababa de mudar a una casa nueva de un pueblo lejano. Un día su padre se fue a trabajar y su madre tenía que ir de compras.
-Quédate en casa - le dijo su madre.
Marisa era una niña muy curiosa y se preguntó qué habría en el trastero. Fue y se encontró con una especie de máquina vieja, sintió gran curiosidad y se montó sin pensar, la máquina empezó a moverse descontroladamente. Marisa le dio a la palanca sin querer y…¡¡¡¡aaaaaaaaaaaaaaaaah!!!!.
¡Se había trasladado al año 2.009!
Apareció en la catedral de Burgos. La pobre no sabía qué hacer, se puso muy nerviosa y muy asustada porque no sabía qué había pasado. Empezó a mirar por la ventana donde se encontraba. Estaba en lo más alto de la catedral, veía todo Burgos y se quedó alucinada. Empezó a correr por toda la catedral emocionada por lo que estaba viendo.
Encontró un niño y le preguntó que dónde estaba y el niño un poco sorprendido por su pregunta le dijo que estaba en la Catedral de Burgos. Después de hablar un rato sobre los maravillosos rincones del edificio, Marisa le contó todo lo que le había pasado. El niño no se creía lo que contaba, decidieron dar un paseo. Pasaron por la plaza de la Catedral y había un mercado medieval, había un señor con una especie de caja muy grande y decía que te llevaba al pasado y Marisa le dijo al niño si podía probarla, porque echaba de menos a su familia y el niño le dijo que sí.
Marisa se metió dentro de la caja y como por arte de magia, Marisa desapareció.
Cuando llegó a su casa les contó a sus padres todo lo que había pasado, sus padres reaccionaron sorprendidos. Marisa se llevó una gran bronca, pero estaba feliz de haber visto la Catedral de Burgos y de volver a estar con su familia.
Me ha encantado el cuento.
ResponderEliminarYmuy bien los dibujos.
Me a gustado mucho este libro porque tiene aventura,drama,diversión...¡Ha sido genial leerlo!
ResponderEliminarEspero que el próximo que leamos sea igual de divertido que el libro de ese niño llamado Carlos
Baza.
Me ha encantado Carlos Baza,era muy divertido. Al principio no me gustaba tanto. He aprendido muchas cosas como el valor de la amistad y espero que el siguiente sea tan chulo como éste.
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