Un sueño

Hace poco tiempo cerca de este lugar pasó esta historia.
Javier era un niño desobediente, desordenado y todo lo malo que se puede esperar de un niño. Era invierno.
La profesora les dijo que tenían una excursión a un famoso monumento, la catedral de Burgos.
El día de la excursión, Javier hizo la mochila y se fue al colegio. Cuando llegó, todos se pusieron en fila. Ramón, su mejor amigo, estaba muy ilusionado por ir al monumento ya que su padre era el guía.
Una vez allí, se puso a explicar la exposición. Al poco tiempo les dijo que iba a cerrar porque por la tarde no había visitas. En ese momento, Javier se distrajo con un ratón que vio pasar. Cuando quiso darse cuenta, estaba encerrado en la catedral; por más que gritaba nadie le podía oír.
No tenía salida, así que se puso a dormir, se apoyó en un muro y, de repente una mano tiró de la suya, pasó de estar en una sala a otra, delante de un lobo gigante que dijo:
- Ring, ring.
El niño dio un gran salto y se cayó de la cama.
¡Uf! Todo había sido un sueño y en la puerta apareció un lobo. Ah, ah, ah… gritó Javier.
¿A que te gusta mi disfraz? – dijo su hermano.
Los dos estuvieron en una continua persecución por toda la sala.