Visto: Mª Jesús Rentero en Facebook: Éste es un artículo de Apuleyo Soto, me ha encantado y quiero compartirlo con vosotr@s. Espero que os guste tanto como a mí.
"Están en todas partes, se significan en todos los ámbitos: la medicina, la enseñanza, el periodismo, el artisteo, la diplomacia, la política, la empresa, la abogacía, la literatura, ¡el ejército! Y sin olvidar su presencia en la casa, donde son la auténtica mano hacendosa y “cabeza de familia”: amas y damas del hogar.
¿Podrán quejarse? No se quejan. Y se han ganado su sitio a pulso, con tesón, con estudio continuo frente al sueño y la fatiga, a contracorriente, a contra viento y marea de la sociedad y contra lo que se consideraba imposible por inusual. Saltaron la barrera. Dejarles paso, que honran a la especie, además de engendrarla y propagarla y educarla. Nada las detiene, nadie las domina, pocos las superan.
Leed las noticias: Cinco académicas de la Lengua, en un coto prácticamente cerrado para ellas…hasta ahora: Ana María Matute, Carmen Iglesias, Soledad Puértolas, Margarita Salas e Inés Fernández Ordóñez; tres novísimas y Reales Cronistas de Madrid, otro campo vedado: la citada Carmen Iglesias (El Mundo), Ruth Toledano (El País) y Mayte Alcaraz (El ABC); decenas de novelistas, científicas, historiadoras y ensayistas en la lista de los libros más vendidos: María Dueñas, Julia Navarro, Pilar Eyre, Pilar Urbano, Isabel Durán, Isabel San Sebastián, Espido Freire…(Añadir, lectores, los nombres que la memoria agradecida os asalte la mente. No os faltarán preferencias).
Por sus obras las conocemos, por su sencillez las admiramos, por su magisterio aprendemos de ellas cada día más. Avanzan que es una barbaridad, como las ciencias y los descubrimientos –internet, los móviles, la televisión- y lo hacen pasito a pasito, en pacífica armonía con el hombre, sin altanería de guerra de sexos, dando su callada puntual por respuesta, la más sabia. Y han logrado conciliar, aunque quizás todavía les falta un poco, lo laboral sistemático con lo familiar sentimental, arduo problema.
Las mujeres de nuestra vida son el crisol y la placenta, la tierra y el cielo juntos, las buenas formas y la generosa voluntad creciente. ¿Cómo han podido estar semiocultas en el gineceo e infravaloradas durante siglos, cuando su luz hace resplandecer a la humanidad?"
Imagen guardada de Hautatzen
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