Érase una vez un pueblo o ciudad como vosotros lo queráis llamar, en el que había varios hogares, pero sólo uno tenía lo de los demás. ¡Personas! Por eso se llamaba la ciudad fantasma, aunque debajo había personas que tenían miedo de los fantasmas y no subían a la superficie.
La ciudad subterránea era un poco complicada pues tenía unos grandes tubos de acero que iban desde la superficie hasta abajo, porque por arriba entraba el aire y salía por abajo y otros tubos iguales hacían el proceso contrario.
A las familias de la superficie les gustaba estar arriba porque los fantasmas les ayudaban, y ellos cooperaban con los fantasmas. Por ejemplo las personas iban a la ciudad a comprar porque si iban los fantasmas la que se armaría y si a las personas se les cerraba la puerta y no podían, un fantasma atravesaba la pared y abría desde dentro y así transcurrían los días. A uno se le ocurrió que avisaran a las personas que vivían bajo tierra.
Un día les contaron a los que vivían bajo tierra que los fantasmas eran buenos y que no hacían nada si tú no les hacían nada, que les dieron un susto porque se estaban aburriendo y las personas les dijeron que estaban locos y aunque les llamaban todo tipo de burradas, ellos les invitaron a cenar, nadie quiso, pero un niño dijo que vale.
Al día siguiente el niño vio que los fantasmas eran amables y hasta habían hecho una fiesta para él, pasó el tiempo y el niño decía al igual que los que vivían arriba, que eran amables y le dijeron lo mismo, burradas; pero su familia le creyó y subió arriba y así hicieron muchas personas.
Un día una familia se hartó de hacerles favores y ya no les hicieron más. Los fantasmas cada vez que les veían les daba un susto de muerte y del miedo que pasaban fueron a vivir de nuevo abajo.
Cuando la gente se enteró de lo ocurrido bajaron a vivir bajo tierra.
Los que se quedaron encima de la superficie, se lo explicaron a los que habían huido y entonces subieron.
La familia pidió disculpas a los fantasmas por su comportamiento y los fantasmas hicieron lo mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario