Hace mucho tiempo, al lado de un
gran árbol, vivía una familia de pastores con veinticinco ovejas. En esta
familia había una chica llamada Lorena. Era graciosa y alta.
Un día, Lorena estaba paseando a
las ovejas y apareció un gran lobo. La chica se asustó tanto que empezó a
gritar. Del susto tres ovejas se escaparon. Pasado un minuto, aparecieron los
habitantes del pueblo más cercano, junto con ellos aparecieron los padres de
Lorena.
Sus padres fueron llevando las
ovejas a los corrales mientras los del pueblo mataban al lobo y vieron que
faltaban tres; marcharon a buscar a las ovejas extraviadas.
Al llegar al bosque comenzaron la
búsqueda y… nada. Lorena se dio cuenta de que a lo lejos había tres , fueron
tras ellas y observaron a cinco lobos que las rodeaban.
Lorena cogió un palo y empezó a
espantarlos. Los padres hicieron lo mismo y al final, los lobos huyeron.
De camino al corral vieron que
una de las ovejas tenía muchos pinchos en la pierna y descubrieron que las
ovejas la habían rodeado porque intentaban salvarla. La llevaron al veterinario
y éste la curó. Logró volver al corral sana y salva.
Después dieron un premio a las
ovejas que no huyeron. Lorena dijo:
-Ojalá todos fuéramos así, como
las ovejas que arriesgaron sus vidas por los demás.
Y sus padres contestaron:
-Sí, Lorena, ojalá. ¿Tú serás
así?
Lorena contestó:
-Sí, lo intentaré.
-¿Vosotros lo intentaréis?
Ana García
5º A
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