Él tiene una zapatería, y mi padre y mi tío le ayudaban hace un montón de años, cuando eran pequeños.
Mi tío Antonio solía ayudar a mi abuelo en la zapatería mientras mi padre repartía los zapatos a la gente.
Un buen día, como de costumbre, mi abuelo le mandó a mi padre que fuese a llevarle los zapatos al Director del Colegio La Salle, donde estudiaban. Al dárselos, el Director le dijo que ya se los pagaría otro día. Mi padre se negó y se fue con los zapatos, dejando al Director boquiabierto.
Al día siguiente, el Director fue a la zapatería y explicó a mi abuelo lo ocurrido. Mi abuelo le dijo que tenía muy bien enseñado a mi padre. El Director se fue muy sorprendido por la respuesta. Cuando éste se fue, mi padre y mi abuelo rieron juntos. Cuando se lo contaron a mi abuela también se rio mucho.
Mi padre solía hacer picias habitualmente, era un bicho.
¡Mi Homenaje a las personas mayores!