El chaval empezó a amenazar gravemente al basurero, que se defendió como pudo, pero aún así no podía aguantar más, y acabó por hacer lo que le pedía "el gamberro", que era pagarle todos los días cincuenta euros, dinero que no cobraba por su trabajo, pero se veía obligado a hacerlo.
El primer día llevaba 50 € en el bolsillo, pero sólo por si acaso, porque el basurero llamó a la policía quien iba delante para protegerlo, pero al llegar a esa calle ya no había nadie.
Después de un mes pagándole, el joven se mudó al monte, donde sorprendentemente se encontró un diamante que llevó a la joyería más cercana y allí se lo cambiaron por 400.000 € con lo que se pudo hacer una casa en la montaña. Como estaba cerca de la ciudad podía comprar lo que quisiera, podía ir al colegio, estar con sus amigos...
Como hacía tiempo que el chico no les pagaba a los gamberros, éstos fueron en su busca, buscaron por el monte y allí se perdieron.
Cuando el basurero oyó la noticia, regaló su casa a un granjero y siguió haciendo su vida normal en la ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario