En
Katmandú, capital de Nepal, las mujeres sufren mucho de pequeñas y de mayores
porque desde niñas las llevan en trenes a prostíbulos pensando que las llevan a
aprender.
Os
preguntaréis el porqué, pues como los padres no tienen cultura, unos señores les
engañan diciendo que las llevan a aprender para tener un buen futuro, pero es mentira.
Las llevan a prostíbulos. Tienen la creencia de que si los señores mayores y
adultos se acuestan con una niña se les quita el sida, que es una enfermedad terminal.
Y esa creencia es errónea porque al final, la niña y el adulto tienen la
enfermedad. Cuando se contagian, las dejan abandonadas porque ya no les sirven.
Cuando
alguna organización humanitaria las rescata no pueden hablar por la presión y
por el terror que tienen. El señor que lo investiga dice que le dan mucha pena
y no quiere ir, pero tiene que ir para investigar más hasta que se muera; dice
que quiere morir sabiendo la verdad, que morirá allí investigando.
Muy
pocas niñas escapan de esos sitios. No solo hay abuso de niñas, también de niños y les hacen
trabajar mucho. Seguro que algunas de las ropas que llevamos son de allí, aunque
ponga made in China.
¡Qué afortunados somos nosotros!
Roberto Sáez
5º A
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