domingo, 31 de octubre de 2010
La casa del horror
El huevo
-¿Por qué no sales?
Ella contestó que mirase el huevo que había puesto, Cocki se quedó asombrada y salió del gallinero y empezó a decir a todas:
-¡Mirad, corred, mirad qué huevo!
Pero… lo dijo demasiado alto, tan alto que lo oyó el zorro quien pensó que por la noche se lo comería.
Ya era de noche, el zorro saltó las verjas y poco a poco fue acercándose; de repente, entró gruñendo y las gallinas se despertaron y empezaron a gritar. Una de ellas fue a avisar al perro guardián, éste acudió lo más rápido que pudo y empezó a luchar con el zorro; cuando le iba a matar el zorro dijo:
-Vale, vale no volveré a acercarme lo juro.
El perro se quedó callado unos instantes y aceptó, el zorro se fue corriendo algo molesto.
Las gallinas dieron las gracias al perro. Y a la mañana siguiente salió un bonito pollito del huevo.
sábado, 30 de octubre de 2010
Los versos de Miguel Hernández inundan la red
Éste es nuestro homenaje.
Miguel Hernández on Dipity.
viernes, 29 de octubre de 2010
Mi abuela
jueves, 28 de octubre de 2010
Atenea y Aracne
Cuenta una leyenda que había una hermosa joven llamada Aracne. Era muy habilidosa en el arte de entretejer la lana porque ese talento era muy reconocido.
Las ninfas bajaban muchas veces hacia su morada para admirar sus trabajos y quedaban embelesadas por sus magníficos bordados.
En una ocasión la preguntaron si la diosa Atenea le había enseñado a trabajar la lana. Aracne se defendió como si la hubiesen insultado:
- ¡Nadie me ha enseñado el oficio! Si Atenea quiere venir a competir conmigo ¡que venga!
Atenea la escuchó, se disfrazó de anciana para acercarse sin despertar sopechas y le dijo suavemente:
- Acepta los consejos de esta anciana, puedes alcanzar la gloria con tu oficio, pero jamás podrás eclipsar a una diosa inmortal como Atenea.
Aracne se ofuscó aún más:
- ¡Que venga y teja! ¡Ya veremos quién gana!
Entonces, Atenea se quitó el disfraz, se sentó a su lado y comenzó a tejer, durante horas y sin descanso se dedicaron a trazar hermosos bordados.
Atenea hizo un magnífico trabajo, nada pudo decir del bordado maravilloso de Aracne.
La diosa despechada, destrozó en mil pedazos el trabajo de su competidora y ésta al no poder soportar esa humillación, intentó ahorcarse.
Atenea se compadeció de la joven, la salvó de la muerte, pero luego le dijo: - ¡Eres una desgraciada! No vas a morir, pero a partir de ahora, tu vida dependerá siempre de un hilo.
Aracne fue convertida en araña, desde entonces no cesa de tejer colgada de un hilo.
miércoles, 27 de octubre de 2010
En el pueblo con mis abuelos
Por la tarde, si es temporada de cosechar, vamos a ver las cosechadoras y empacadoras. Lo malo es que por la noche tenemos que volver a casa.
Otro día me voy al pueblo de mis otros abuelos donde también me lo paso fenomenal. Por la mañana vamos a comprar con mi abuelo, se conoce todas las calles y también a todas las personas que andan o van en coche; cuando llegamos a casa, la comida ya está preparada. Me encantan los platos de comida de mi abuela, ya sea paella o macarrones con besamel y siempre repito.
Por la tarde voy al parque con mi abuelo, allí jugamos al fútbol y como hay un coche, a veces, yo hago de taxista y él de pasajero y de vez en cuando, nos cambiamos los puestos.
Cuando hay que dormir, dormimos como troncos.
Mi abuelo era panadero
martes, 26 de octubre de 2010
Recordando a mi abuelo
lunes, 25 de octubre de 2010
La manzana de la discordia
Las historias de mi abuelo
domingo, 24 de octubre de 2010
Los consejos de mi abuela
sábado, 23 de octubre de 2010
Mi abuelo
viernes, 22 de octubre de 2010
Una casa especial
Cuento dedicado a mi abuelo
jueves, 21 de octubre de 2010
La navaja
miércoles, 20 de octubre de 2010
La zanahoria mágica
martes, 19 de octubre de 2010
Mi yaya
lunes, 18 de octubre de 2010
El abuelo y el niño
domingo, 17 de octubre de 2010
sábado, 16 de octubre de 2010
El mejor abuelo del mundo
viernes, 15 de octubre de 2010
El mejor tesoro del mundo
La caja de Pandora
jueves, 14 de octubre de 2010
El bisabuelo
martes, 12 de octubre de 2010
Día de la Hispanidad
El Descubrimiento de América en 1492 fue trascendental y el 12 de octubre se ha considerado como un día memorable porque a partir de entonces se inició el contacto entre Europa y América, que culminó con el llamado "encuentro de dos mundos", que transforma las visiones del mundo y las vidas tanto de europeos como de americanos, ya que gracias a sus descubrimientos se gesta la Colonización europea de América.
El granjero
lunes, 11 de octubre de 2010
Mi abuelo contra los lobos
Mi abuelo y yo
Decidimos llevarla a casa para ver lo que hacía. Al día siguiente, nos pusimos a reconstruirla, un cable por aquí, otro por allá y así toda la tarde, hasta que al final la terminamos. Antes de probarla fuimos a comer y a descansar.
domingo, 10 de octubre de 2010
Mi abuela
La matanza del cerdo
viernes, 8 de octubre de 2010
Las historias del abuelo
En estos momentos se dedica a estar con su esposa, sus hijos y sus nietos.
Con quien mejor se lo pasa es con sus nietos, pues a ellos les cuenta sus experiencias de cuando era joven.
A sus nietos más pequeños les gusta oír las historias de su abuelo, la que más les gusta es cuando el abuelo Félix que se dedicaba a hacer carros de madera para que los bueyes hicieran el trabajo del campo.
Félix les contaba que en sus tiempos nadie del pueblo tenía coche y que el medio de transporte más rápido era la bicicleta.
Cuando necesitaba alguna pieza especial para construir un carro tenía que ir a la ciudad. Desde su pueblo a la ciudad había 80 km por unas carreteras en muy malas condiciones y con muchos baches.
Tardaba mucho, un día en ir y otro en volver, pues la bici era vieja y pesada; como no tenía dinero para ir a un hotel iba a casa de algún conocido del pueblo, allí le daban comida y cama. Al día siguiente compraba la pieza necesaria y volvía al pueblo.
El abuelo mira a sus nietos emocionado, pues los niños escuchan las experiencias del abuelo atentamente.
El abuelo suspira: “fue muy dura la vida la vida en el pueblo, pero hoy estoy orgulloso de poder contar a mis nietos estas aventuras.
El cumpleaños de mi abuelo
Estaba durmiendo, me desperté, salí de la cama corriendo, fui a la habitación de mis padres y empecé a gritar: "Despertad" que hoy es el cumple del abuelo. Toda la familia se vistió rápidamente, cogimos el coche y nos dirigimos a Villaverde, su pueblo.
Al llegar, mi abuelo Jacinto, nos esperaba con una sonrisa. Yo fui el primero en salir y felicitarle, después mis padres y seguidamente mi hermana.
Todos entramos a casa menos mi padre porque en el coche teníamos preparada una gran tarta.
Sentados a la mesa, al verla, mi abuelo se quedó asombrado, no se lo esperaba. Pusimos las velas, las encendió y le cantamos el cumpleaños feliz. Sopló las velas, después nos la comimos y finalmente mi padre trajo cuatro regalos.
Mi abuelo los abrió, había de todo: un reloj, dos camisetas, un libro y una colonia...
Así se nos pasó la tarde y nos volvimos a Burgos, primero nos despedimos diciéndole ¡Adiós! Esperamos que te hayan gustado mucho los regalos.
miércoles, 6 de octubre de 2010
¡Enhorabuena!
¡GRACIAS!
Esperanza
martes, 5 de octubre de 2010
La fiesta de mi abuelo
Había una vez un niño llamado Juan que era muy cariñoso y casualmente al día siguiente era el cumpleaños de su abuelo.
Él tenía pensado hacerle una fiesta sorpresa y comprarle unos pantalones que su abuelo había querido siempre. No encontraba tiempo para prepararla, tenía que pedir ayuda a alguien. La noche anterior a la fiesta reunió a todos sus amigos y empezaron la preparación hasta las tantas de la noche. Les dijo a todos que la fiesta sería al día siguiente a las ocho.
Cuando estaba en la cama le vino a la cabeza que no tenía dinero suficiente para comprarle el regalo y a la mañana siguiente fue a buscar a su amigo Pablo y decidieron trabajar un poco para conseguirlo. Del esfuerzo, terminaron jadeando... pero con dinero suficiente. Ahora sólo les quedaba llevar al abuelo de Juan a la fiesta sin que él se enterase de lo que más tarde sucedería.
Al llegar se puso tan contento que comenzó a dar besos a todo el mundo. Y cuando vio el pantalón, se puso más contento aún.
Juan se había esforzado muchísimo para que su abuelo se divertiera. Y yo... también me esforcé comprándole una colonia... ¡Ja, ja, ja!